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Servicio de Alimentación y Nutrición

Nuestra piel, cuero cabelludo, pestañas, boca, y todo el largo del aparato digestivo alberga bacterias que son benéficas para nuestra salud.

En nuestro intestino se aloja la mayor cantidad de estos microorganismos al cual llamamos  microbiota intestinal, formando un ecosistema complejo, con un rol fundamental en el mantenimiento del sistema inmunitario a lo largo de la vida.

Un desequilibrio en este ecosistema se denomina  DISBIOSIS INTESTINAL; y puede enfermarnos o hacernos más débiles al ataque de microorganismos patógenos.

 

 

CAUSAS DE DISBIOSIS:

  • El consumo excesivo de alimentos procesados o ultraprocesados, que son ricos en grasas, azúcares, harinas refinadas y aditivos,
  • Una alimentación alta en proteínas animales, como carnes fiambres, embutidos.
  • Una dieta pobre en alimentos  ricos en fibras, como cereales integrales, legumbres, frutas y verduras.
  • Uso de antibióticos
  • Estrés crónico, tabaco y alcohol.

 

CONSECUENCIAS DE DISBIOSIS: 

  • Depresión del sistema inmunitario.
  • Alteraciones digestivas:  nauseas, estreñimiento, diarrea, flatulencia, distención abdominal, dolor abdominal, falta de apetito
  • Síndrome de intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal, candidiasis
  • Alteraciones hepáticas.
  • Dolores articulares.
  • Afecciones de la piel.
  • Depresión
  • obesidad

 

Una de las causas que el adulto mayor sea una población de riesgo, es porque lleva consigo un deterioro gradual del sistema inmunitario que se define como inmunosenescencia, y se caracteriza por pérdida de la capacidad de generar una adecuada respuesta inmunitaria frente a nuevos patógenos como el COVID19. La inmunosenescencia, al estar asociada a una disbiosis intestinal, es fundamental que prestemos mucha atención a la alimentación que llevamos.

 

Hay alimentos que contribuyen  a mantener en equilibrio nuestra microbiota intestinal y estos son los llamados prebióticos y probióticos, que deben formar parte de nuestra dieta diaria.

 

 

Probióticos Son microorganismos vivos cuya ingesta en cantidades adecuadas y en forma sostenida en el tiempo, es beneficiosa para la salud del ser humano.

Ejemplos: yogur, kéfir, kombucha, chucrut

 

Prebióticos: Son carbohidratos complejos no digeribles, que actúan como sustrato para el crecimiento de nuestras bacterias intestinales. Potencian la acción de los probióticos. Se encuentran en forma natural en gran cantidad de frutas y verduras, como achicoria, banana, cebollas, papas, espárragos, ajos y alcachofas, entre otros.

 

También se encuentran los alimentos simbióticos: que son productos que tienen en su composición tanto probióticos como prebióticos. Un ejemplo de alimento simbiótico natural es la leche materna, la cual ayuda al lactante a evitar diarreas, alergias y otras afecciones.

 

Una flora intestinal sana y rica en probióticos comienza a formarse desde el nacimiento, especialmente cuando el bebé nace por parto normal y cuando es amamantado con exclusividad durante el inicio de la vida.



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